viernes, 17 de febrero de 2012

Biografia de Charles Dickens


Charles Dickens, periodista, dramaturgo y novelista inglés, uno de los escritores más conocidos de la literatura universal.
Nació el 7 de febrero de 1812, en Portsmouth, hijo de John Dickens oficinista de la Pagaduría de la Armada en el arsenal del puerto de Portsmouth  y de su esposa Elizabeth Barrow. Su madre de clase media, siempre arrastraba deudas debido a su excesiva inclinación al despilfarro. Cuando su padre fue denunciado por impago de sus deudas y encarcelado en la prisión de Marshalsea. La mayor parte de la familia se trasladó a vivir con el a la cárcel, pues la ley por aquel entonces permitía a las familias de los moroso compartir celda con ellos. Charles no quiso ir y fue acogido en una casa de Little College Street, regentada por la Señora Roylance 
 Conoció desde niño las duras condiciones de vida de las clases humildes, Pasó la mayor parte de su infancia en Londres y Kent, lugares que aparecieron con frecuencia en sus obras, Charles no recibió ninguna educación hasta los nueve años y aunque la mayoría fue autodidacta; fue a partir de esa edad cuando empezó a ir a una escuela en Londres llamada Rome Lane.  En 1823, vivía con su familia en el número 16 de Bayham Street, Camden Town, uno de los suburbios más pobres de la ciudad. Con doce años, comenzó a trabajar diez horas diarias en una fábrica de betún para calzado y por lo cual le pagaban seis chelines a la semana, de los cuales pagaba el hospedaje y ayudaba a sus padres. Esta experiencia, le produjo tal sensación de humillación y abandono que le acompañó durante el resto de su vida y que años más tarde describiría en su novela David Copperfield, su gran <best seller> en 1949 del cual se llegó a vender hasta 100.000 ejemplares en poco tiempo. Fue también el primer escritor en utilizar la palabra detective en sus novelas 
Después de algunos meses, su familia pudo salir de la prisión de Marshalsea pero su situación económica no mejoró hasta pasado un tiempo, cuando al morir su abuela materna recibieron  una herencia de 250 libras. Pero eso no debió der  suficiente para su madre, puesto que no quiso que dejara de trabajar por eso Charles. Dickens nunca olvidaría ese empeño de su madre de obligarle a permanecer en la fábrica. Todas estas vivencias marcarían su vida como escritor: dedicaría gran parte de su obra a denunciar las condiciones deplorables bajo las cuales sobrevivían las clases proletarias y en que el de nuevo en su novela “David Copperfield”  y jugando con su autobiografía, escribiría: «Yo no recibía ningún consejo, ningún apoyo, ningún estimulante, ningún consuelo, ninguna asistencia de ningún tipo, de nadie que me pudiera recordar. ¡Cuánto deseaba ir al cielo!» 
En 1827 consiguió un trabajo como secretario legal  y periodista en el Parlamento. Siendo por esa época cuando conoció a María Beadnell, y tras cuatro años de relaciones, se separaron por el rechazo de la familia de ella. Pero no seria hasta cinco años más tarde en 1836 Cuando conocería a  Catherine Hogarth  con la cual se caso en ese mismo año, tras el éxito “Los apuntes de Boz” y con la que tuvo diez hijos.
Hasta 1942 publico varias obras entre las que se encuentran obras tan famosas como “Oliver Twist” en 1837 un relato auténticamente autobiográfico y que se publicó por entregas durante dos meses o “La tienda de antigüedades” en 1840 donde narra las desdichas de la pequeña Nelly, inspirado en el la prematura muerte de su cuñada Mary Hogarth, a los diecisiete años y a quien Dickens adoraba. La obra tuvo un gran éxito en Inglaterra y América. En 1843 publicó “Canción de Navidad” que se convirtió rápidamente en un clásico de la narrativa infantil. Ya se había empezado a considerar a Charles Dickens como un gran novelista social. Sometido como estaba Dickens a una gran carga de trabajo destinada a satisfacer la demanda de sus lectores, no tardó en caer en una crisis. Que le llevó a la ruptura con sus editores, tras exigirles una mayor cantidad de dinero; petición que le fue denegada.
Después de ello, Dickens inició una serie de viajes a Italia, Suiza y  Francia, siendo en uno de esos viajes donde conoció a Alejandro Dumas  y a Julio Verne. A su regreso a Inglaterra obligado por nuevas necesidades económicas, extendió su actividad a otros campos: organizó representaciones teatrales, comenzó a dar conferencias, en defensa de las prostitutas y su condena a la pena de muerte, muy de moda en Londres por aquella época.
La salud de Dickens desde hacia unos años no era muy buena y a parir de 1850 empeora; este cambio fue agravado por el fallecimiento de su padre, de una de sus hijas y de su hermana Fanny. En 1856 su popularidad le permitió comprar la mansión Gad's Hill Place. Esta gran casa ubicada en Higham, Kent, tenía un especial significado para el, ya que de niño había soñado siempre con vivir en ella. Pero seria solo un par de años mas tarde en 1858 y tras varias infidelidades de Dickens, una de ellas con  la joven actriz Ellen Ternan, y la incompatibilidad de caracteres entre el matrimonio cuando decidieron separarse, aunque siguio manteniendo con Catherine Hogarth hasta el fin de sus dias, una buena amistad, 
El 9 de junio de 1965 mientras regresaba de Francia Dickens tuvo un accidente, el famoso choque ferroviario de Staplehurst, en el cual los siete primeros vagones del tren cayeron de un puente que estaba siendo reparado. El único vagón de primera clase que no cayó fue en el que viajaba Dickens, y como hizo en el transcurso de su vida y siendo muy típico de el. Poco tiempo después usaría esta terrible experiencia para escribir su corta historia de fantasmas “El hombre-señal” en la cual el protagonista tiene la premonición de un choque ferroviario.
Murió el 9 de junio de 1870 Cinco años después del accidente y fue enterrado cinco días más tarde en la abadía de Westminster. Contra su deseo de ser enterrado en la catedral de Rochester (la cercana a su domicilio), de forma barata y sin ostentaciones.

                                                                     Oliver Twist
Publicada por entregas en 1837, consolidó la fama de Charles Dickens y es, sin duda, una de las novelas más perdurables de su genio. Con ella se proponía demostrar que se podía «servir a la moral» mediante una historia con «personajes elegidos entre lo más criminal y degradado de la población de Londres», y donde sin embargo sobrevivieran la candidez y la fragilidad. La historia del pequeño Oliver, criado en un hospicio, empleado y maltratado en una funeraria, que al escapar rumbo a Londres es reclutado por una banda de ladrones que él no reconoce como tales, no sólo es un soberbio escaparate de celebérrimas creaciones dickensianas (Fagin, el jefe de la banda de delincuentes juveniles, el ladronzuelo Jack Dawkins, el asesino Sikes, la prostituta Nancy, el misterioso Monks, implacable perseguidor de Oliver), sino un magnífico y trepidante relato sobre la inocencia acosada. Los distintos protectores que el héroe va encontrando en su camino nos descubren al Dickens idílico y sentimental, y gracias a ellos una trama de secretos tan dramáticos como finalmente felices. La posteridad ha convertido en mito las peripecias de este pequeño personaje, y quizá hoy, cuando su fascinación no ha decaído, una nueva lectura, en una nueva traducción, pueda revelarnos por qué....

                                                       La tienda de antigüedades

 La pequeña Nell Trent es huérfana y vive con su abuelo en la tienda de antigüedades que este regenta. Marcados por la pobreza, ambos intentan salir adelante, hasta que el abuelo recurre al malvado prestamista Daniel Quilp, un enano deforme y jorobado. A partir del momento en que Quilp entra en escena, Nell y su abuelo emprenden un viaje a través de Inglaterra. Recorren pueblecitos, ciudades ennegrecidas por el hollín, lugares llenos de miseria. Y en su peregrinaje, en la más pura tradición cervantina, alternan con una variopinta galería de personajes: feriantes, carboneros que leen el fuego, maestros, domadores de perros, dueñas de museos ambulantes, dandis con un sentimiento trágico de la vida y ponis obstinados.
Publicada por entregas entre 1840 y 1841, La tienda de antigüedades es una de las obras de Dickens más desconocidas en España y, pese a ello, de las que más fama dieron al autor...
  
                                                        David Copperfield

La huella autobiográfica que Charles Dickens (1812-1870) dejó en David Copperfield, una de sus obras más importantes, convirtió este libro en el más cercano a su corazón. David, como Dickens, vivió una infancia feliz leyendo y asistiendo a la escuela hasta que su suerte cambió. La transmutación íntima de ambos, protagonista y autor, fue compleja y sutil. Aunque ficción y realidad no siempre coinciden, las desdichas de la niñez, el trabajo en la abogacía, la condición de escritor y varios de los personajes responden a la experiencia personal de su autor. Narrada desde la distancia del adulto, la vida de David Copperfield encierra sátira y humor irónico, luto y angustia, pero también mucha alegría y ruido de personas....

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