"Lorenzo Maroto" |
Caminante incansable, Ejemplo de
motivación, tesón y fortaleza para muchos.
Son tan solo las 4:30 de la
madrugada de cualquier día, de cualquier año, ya haga frío o calor de que el
termómetro marque menos -4º o mas +22º grados. Lorenzo Maroto sale de su domicilio
va a iniciar su paseo diario. El mismo camino que realiza día a día, mañana
tras mañana, durante los 365 días del año, desde que se jubilo hace ya casi 9
años.
Los fines de semana cuando el sale de su portal se cruza en la calle con
mucha gente joven que regresan de pasar la noche del fin de semana. Y es que a
esas horas en las madrugadas MADRID como
en cualquier otra ciudad de ESPAÑA Está
en plena ebullición. La mayoría de los jóvenes no se han acostado todavía. Se
mueven, entran, salen de locales y discotecas. Aunque no con todos los que se
topa, vienen de divertirse, puesto que siempre hay personas que llegan después
de estar toda la noche trabajando.
Hoy nos disponemos a acompañarle. Lorenzo sale bien equipado de su casa
e inicia su camino matutino por las calles, plazas y jardines de Madrid. Desde
su típico barrio de Embajadores muy cerca del río Manzanares, hasta el barrio
de Salamanca Pasando por La Glorieta de Atocha, Paseo del Prado y Puerta de
Alcalá, una vez allí retrocediendo hasta La C/ de Claudio Moyano Popularmente mas conocida como "Cuesta del Moyano" o "Cuesta de los Libreros” Por
encontrarse en ella sus famosas casetas de libros de antiguos o de segunda mano Para así adentrarse
por la Puerta de Alfonso XIII a uno de los parques más emblemáticos de la
capital española. Los Jardines del Buen Retiro
El parque cuenta con 119 hectáreas. Muchos días cuando llega Lorenzo a
los jardines es demasiado temprano todavía. Y no están abiertas las puertas de
acceso. Pero al conocerle ya, la mayoría de los vigilantes de seguridad le
dejan entrar unos minutos antes. Diariamente suele dar tres vueltas por el
parque. Siendo el recorrido completo se estas tres vueltas, unos 18 kilómetros
aproximadamente.
Pues bien, mientras vamos caminando con Lorenzo nos cuenta que para el,
estos paseos no tienen precio, ver los amaneceres en verano e incluso el parque
de noche en invierno, ir disfrutando del paisaje; Que aunque ya se lo sabe de
memoria, el siempre encuentra algo nuevo que le parece distinto. Por ejemplo
cuando pasa por delante de sitios como El Famoso Estanque con sus barcas, El
Casón del Buen Retiro, El Palacio de Cristal, La Casa del Pescador, El Ángel
Caído, La Rosaleda, Ese olor tan peculiar que se desprende dependiendo de la
estación del año en que te encuentres la tranquilidad que se siente.
En Primavera, esos amaneceres reflejados en cada rincón del parque, en
sus arboles, en las cascadas de sus aguas cristalinas en los reflejos del sol
en el estanque, que le da una tonalidad
especial. En verano, el olor
inconfundible de la naturaleza, los cantos de los pajarillos…
En Otoño época de nostalgias, de
arboles caducos, de caída de hojas, de amaneceres cobrizos. Y en Invierno el
mismo paisaje ya no de añoranza, si no de tristeza. De paisajes helados de
amaneceres silenciosos y a la vez resplandecientes por los amaneceres cubiertos
de nieve con ese manto blanco que cubre, arboles, bancos y fuentes. Por eso
como Lorenzo nos dice. “Si uno quiere, cada día y en cada lugar, siempre se
puede encontrar algo nuevo de lo que poder disfrutar”
Lorenzo se acuesta muy temprano.
La mayoría de los días antes de las diez ya se encuentra en la cama… Nunca
perdona su paseo; Le da igual que haga calor, llueva o nieve. Más de uno piensa
que su rutina diaria es una locura. Él también lo sabe, pero disfruta
caminando, le gusta.
Otros según nos comenta Lorenzo
se buscan sus gimnasios, los paseos hasta la esquina para comprar el pan, el
periódico o para estar “aplastado” en el sillón viendo la televisión matinal.
El no, el prefiere esas horas de marcha que aparte de hacer ejercicio y
mantenerse en forma le ayudan también a pensar, a reflexionar y a soltar todas
esas preocupaciones que aunque a veces no son más que pequeños problemas
cotidianos o pensamientos que le rondan por la cabeza, le hacen sentirse libre.
Y aunque solo sea por unas pocas horas al día, antes de meterte de nuevo en ese
mundanal ruido de esta sociedad cada vez más problemática, que cada día nos
envuelve más y más merece la pena. REFLEXIONES
que Lorenzo califica de muy necesaria e importante en su vida.
Lorenzo a sus 72 años, 1,62 centímetros
de estatura y sus 62 kilos de peso, al caminar ya desde hace mucho tiempo, aparte
de realizar varios recorridos por diferentes rutas y lugares. También ha recorrido
varias veces el Camino de Santiago. Así pues mantiene una estupenda forma
física.
Lorenzo Maroto tiene, salvo por
una pequeña arritmia, una salud de hierro. Su cardiólogo le anima a seguir con
sus paseos. “¿Locura? En mi opinión, ¡No! Al revés es un digno ejemplo a seguir
por muchísimas personas. La vida que llevamos hoy, no nos permite juzgar. Ojala
esas pequeñas locuras nos valieran a todos para tener algún rato de reflexión
“Puesto que no nos
vendría mal a ninguno de nosotros"
Ya os seguiré contando más sobre
anécdotas de Lorenzo Maroto y sus largos y entrañables caminos...
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