Dedicamos en este apartado un comentario independiente a una
tradición cerámica española de suma importancia: la azulejería. Estas piezas,
que adornan suelos, zócalos, altares, balcones, fachadas, escaleras y un sinfín
de lugares más, datan de épocas antiguas. Ya los romanos usaron pequeñas decoraciones
con la técnica del mosaico para revestir muros y paramentos.Se conocen los frisos de las murallas de Babilonia, los
magníficos adornos de Khorsabad y Nínive, el Palacio de Susa y, en general, la
tradición bizantina y árabe que tanto repercutiría en España.
Los primeros vestigios azulejeros que existen en España datan
de comienzos del siglo XIII. Estas primitivas manifestaciones se caracterizan
por sencillas grecas e incrustaciones de piedra en baldosas, adornanaban los
pavimentos. En el siglo XV, los moriscos inician el arte de la azulejería en
España. Ciudades como Toledo, Sevilla y Granada serán los tres centros más
importantes de fabricación. Los ejemplos del Alcázar de Sevilla y la Alhambra de Granada
muestran el bello arte de sus pavimentos
Los azulejos de cuerda seca hendida, que se encuentra
decorando la mayor parte del Monasterio de las Descalzas Reales, en Madrid. Constituye
uno de los modelos introducidos por los árabes en los alfares andaluces. Se ha
encontrado, sin embargo, piezas similares fabricadas por alfareros toledanos y sevillanos,
durante los siglos XVI y XVII. La producción se mantuvo hasta el siglo XVIII,
momento, según se ha visto, en que los hornos talaveranos inician su
decadencia. La creación de la
Fábrica del Buen Retiro influyó decisivamente en la desaparición
de la pavimentación azulejera, a la que iría siendo reemplazada, al empezar a
utilizarse, las nuevas técnicas italianas planas. Que serian con los nuevos motivos
con los que empezarían a adornar los paneles, a partir de ese momento.
El altar de los Reyes Católicos y los zócalos de Carlos
V en el Alcázar de Sevilla, representan
la muestra más importante de la nueva técnica. Los paneles con azulejos,
permiten la repetición del mismo modelo a lo largo de claustros, corredores y
escaleras como es el caso de los Monasterios de El Escorial y en el de la Encarnación, que
muestran las composiciones religiosas, rodeadas de motivos decorativos. La
influencia ejercida por el italiano, Niculoso Pisano fue muy decisiva en la decoración
azulejera.
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